Un enfoque estrictamente técnico del endeudamiento nos deparará algunas sorpresas respecto de algunas creencias a priori, si es que nuestra información a nivel local está actualizada y nuestro análisis comparativo es global. Por enfoque técnico se da a entender un abordaje desapasionado al problema macroeconómico y financiero de la deuda así como desprovisto de apetencias político-partidarias y de propagandas preelectorales y de intereses creados por grupos económicos de presión.
DEUDA PÚBLICA COMPLETA. La primera exhortación que se ha hecho en las últimas semanas en estas columnas ante las publicaciones de una parte del sector público paraguayo, es la necesidad de incorporar a la deuda pública todo endeudamiento del Estado, directo e indirecto, debidamente registrado en las cuentas nacionales. Y se ha llegado a la conclusión de que deben formar parte de la deuda pública las siguientes:
• Deuda local e internacional.
• Tanto ante organismos financieros multilaterales y bilaterales de asistencia crediticia, de los que se obtiene la deuda más blanda,
• Como ante la banca comercial (la más cara en términos de plazos cortos de amortización y de tasas altas de interés, sin períodos de gracia).
• La emisión y la colocación de bonos soberanos o bonos del Tesoro Público, tanto dentro del país como en el exterior;
• El endeudamiento del sector público, previsto en los proyectos “llave en mano”.
UTILIZAR VARIOS INDICADORES. La segunda exhortación ha sido a utilizar varios indicadores para medir la capacidad de pago del país ante sus compromisos financieros, locales e internacionales. No es suficiente con utilizar solo el cociente entre endeudamiento público versus producto interno bruto. Es tanto o más importante el coeficiente del servicio de la deuda pública (pagos de capital e intereses de la misma) versus la recaudación tributaria. Importante en este contexto es la gestión de la deuda pública, que no debe perder de vista su sostenibilidad. Vale decir, no endeudar a futuras generaciones por no querer la generación actual asumir la deuda.
Además, ¿cómo es posible que se esté utilizando solamente una parte de la deuda pública, para evaluarla, y preferentemente solo un indicador, en vez de varios? A esta omisión y/o manipulación aviesa que se hace desde partes interesadas del sector público, hay que agregar otra: la de dejar de lado o acallar o no analizar el endeudamiento privado. En algunos casos, este es más abultado y más oneroso aún que la deuda pública.
DEUDA PRIVADA ES MAYOR QUE LA PÚBLICA. En una publicación de comienzos de 2016, que fue precedida ya por otras publicaciones y repetida en otras posteriores, se hizo destacar que el endeudamiento privado se viene manejando fuera de los reflectores públicos, como si realmente no tuviera importancia.
Esto ocurre también en nuestro país. Véase en el siguiente link la divulgación de la británica BBC: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/01/160113_ america_latina_deuda_privada_dgm
Allí se hace mención que “América Latina se preocupa sobre todo de la deuda pública. Pero la externa del sector privado se triplicó en los últimos diez años y llegó a los mismos niveles que la del público”. También se destaca que la “evolución de la deuda del sector privado en América Latina ha sido de 218.000 millones de dólares en 2000 a 611.000 millones de dólares en 2015", según datos del Banco Mundial.
Finalmente, llama la atención que la situación de nuestro país es llamativamente extrema. Se encuentra entre los peor afectados. Dice textualmente: “1. Paraguay: la deuda privada triplica la pública. 2. En Brasil y Perú: la deuda privada duplica la pública. Y 3. en Nicaragua y Guatemala: la deuda privada supera en un tercio la pública”.