Los manifestantes –había mujeres, niños y hombres– se congregaron en la Plaza de las Mujeres, ex Plaza Italia, desde donde marcharon por el microcentro de Asunción con cánticos como: “Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”.
Representantes de más de 50 organizaciones y mujeres autoconvocadas de todos los sectores se dirigieron hasta la Plaza de la Democracia, donde se realizó el acto central, con música, discursos y shows en vivo que culminaron alrededor de las 21.00 con la lectura de un manifiesto.
Las mujeres coincidieron en que luchan contra diversas formas de violencia y discriminación. Según el registro del Centro de Documentación y Estudios (CDE), suman 10 feminicidios en lo que va del año. Las sobrevivientes de intento de feminicidio y otras agresiones son 16. En 2017 hubo 53 crímenes de este tipo y en 2016, 43.
Desde la Asociación de Empleadas de Servicios Domésticos del Paraguay denunciaron la desigualdad del sector, que percibe solo el 60% del salario mínimo, pese a trabajar la misma cantidad de horas que cualquier otro obrero.
El común denominador, además de los colores fucsia y lila, fueron los reclamos y pancartas que reivindicaban la igualdad de derechos, el cese de feminicidios y violencia contra la mujer. “Si nuestras vidas no valen! Produzcan sin nosotras!”, "¡Ni una menos, vivas nos queremos!”, se podía leer en carteles.
Durante la marcha, de camino a la Plaza de la Democracia, se detuvieron frente a la Fiscalía General para realizar una pieza de teatro sobre el feminicidio, en el que una mujer era víctima de violencia por parte de un hombre y finalmente era asesinada.
Entre las principales protestas de las mujeres se encuentran: que la mayoría de las personas en pobreza extrema y con trabajos informales son mujeres; que a igual trabajo las mujeres ganan casi el 40% menos que los hombres; que todavía el embarazo y la lactancia son derechos sin garantía plena en el entorno laboral y que sufren violencia en sus trabajos, sobre todo acoso sexuales.