En una rueda de prensa, Galul subrayó, asimismo, que 105 tunecinas más están actualmente en prisión en su país por delitos vinculados al yihadismo, y que las fuerzas de seguridad impedieron que otras 1.200 pudieran abandonar el territorio para sumarse a las filas del autoproclamado califa Abu Bakr al Baghdadi. La experta, que cerró ayer un foro titulado “El papel de las mujeres en las organizaciones terroristas”, explicó que las tunecinas que están bajo la tutela del EI se dedican a tareas como la yihad al nikah (yihad del sexo), a la medicina y enfermería, a la educación y a labores de coordinación entre terroristas.
Fuentes médicas confirmaron que, hasta la fecha, se tiene constancia del regreso de más de medio centenar de tunecinas que se habían unido al EI en Irak y Siria y que volvieron a casa embarazadas tras haber participado en esa “yihad sexual”.
Las autoridades sanitarias tunecinas se hacen cargo de esos bebés cuando nacen y cuidan de ellos en un centro de acogida infantil en la capital, ya que las familias de las jóvenes no suelen aceptarlas cuando vuelven con niños.
El Estado tunecino considera, además, que esta es la vía más efectiva para reinsertar a estas jóvenes en la sociedad y evitar que conviertan a sus hijos en futuros combatientes. EFE