Una amplia mayoría de los integrantes de la Cámara de Diputados aprobó en la sesión del miércoles el aumento del presupuesto de la institución para beneficiar a sus funcionarios con una gratificación extraordinaria, el segundo del año, con la cual los privilegiados estatales percibirán tres aguinaldos con el que recibirán en diciembre.
Los 80 diputados no estuvieron todos presentes al momento del tratamiento del citado documento, pero 69 votaron a favor y solamente dos se animaron a votar en contra: Ramón Duarte, del Frente Guasu, y Hugo Rubin, del Encuentro Nacional.
La iniciativa aprobada, que pasa a disposición del Senado, fue de G. 12.599.300.000, de los cuales G. 8.800 millones serán destinados a la Cámara de Diputados para el pago de gratificaciones y el remanente, cerca de G. 4.000 millones, para la Cámara Alta para la reincorporación de 10 funcionarios y otra parte para el Congreso Nacional.
Duarte manifestó que se opuso al proyecto porque considera que no es el momento adecuado para generar más gastos rígidos en el Presupuesto General de la Nación.
Sostuvo que su posición no significa que esté en contra de los funcionarios, pero que se tiene que tener en cuenta y como prioridad a la ciudadanía en general, para quienes, según el legislador, significó una cachetada lo aprobado, cuando existen otras prioridades en el país.
“Somos un país en vías de desarrollo y con muchas deudas, por lo que la decisión que tomó el pleno es desacertada. El día de mañana seremos juzgados por nuestros actos; la ciudadanía ya no es tonta”, reflexionó.
IGUALDAD. El argumento de la mayoría de los legisladores para defender lo aprobado el pasado miércoles por el pleno, es que los funcionarios de Diputados fueron a los únicos a quienes se les recortó una de las gratificaciones y los funcionarios de otras instituciones, incluidos los del Ministerio de Hacienda, reciben dos gratificaciones más dos premios y el aguinaldo de diciembre.
Los funcionarios de la Cámara Baja desde la semana pasada realizaron un intenso lobby con cada uno de los legisladores para obtener el apoyo correspondiente.
El día del tratamiento del proyecto abarrotaron los pasillos de la institución, principalmente en las inmediaciones de la sala de sesiones.
Los funcionarios sostienen que en la función pública no deben existir funcionarios de primera y de segunda por lo que reclaman más gratificaciones.
Según manifestaron, además del recorte que sufrieron en su momento con las gratificaciones, también se les aumentó la carga horaria de 6 a 8 horas.
