Para la aspirante demócrata Hillary Clinton hay buenas y malas noticias en su estrecha carrera con el republicano Donald Trump.
Los recuentos del voto anticipado indican que los demócratas acuden en mayor número que los republicanos a las urnas en algunos estados, algo que según los expertos favorece a la exsecretaria de Estado.
Pero la afluencia flaquea entre los jóvenes y los negros, grupos demográficos clave en la victoria del presidente Barack Obama en 2008.
En Chicago, hogar por adopción del mandatario y tercera ciudad del país, hay escasas señales del poco entusiasmo que se aprecia a nivel nacional.
Aquí, el voto anticipado está a la par o incluso excede al de 2012, cuando el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos fue reelecto para un segundo mandato, y los funcionarios dicen que los lugares de votación se llenan en la hora de descanso del mediodía. “Es muy importante, para seguir adelante, lo que Obama comenzó”, dijo la demócrata Deborah Land, de 61 años, afuera de un local de votación anticipada en el centro de la ciudad. Ese sentimiento debería ayudar a Clinton, que se ha erigido en la leal heredera de Obama y guardiana de su legado. AFP