Un cabezazo del paraguayo Christian Paredes en el minuto 31 de la primera parte puso por delante a la selección anfitriona y la acercó un paso más al sueño mundialista.
Ya en la segunda parte, los uruguayos vieron en el empate de Federico Valverde en el minuto 8 la oportunidad de jugar en el Mundial de Chile.
El “Pájaro” Valverde, que milita en el club uruguayo Peñarol, uno de los grandes del fútbol oriental, es uno de los máximos anotadores del torneo Sudamericano y ya está en la mira del Arsenal inglés.
El paraguayo Sebastián Ferreira intentó una revancha solo un minuto después del empate celeste, pero el tiro salió desviado y las ilusiones de la Albirroja comenzaban a desvanecerse.
Pero Ferreira tenía la espina clavada y se desquitó en el minuto 30, con un gol que hizo que el estadio Feliciano Cáceres de Luque se viniera abajo, y el jugador se proclamara héroe del encuentro.
La celebración paraguaya desbordó la cancha después del sufrido torneo que jugó la Albirroja, que pelará ahora en Chile por un espacio a la altura de la imagen que mostró en los partidos disputados en casa.
La fiesta contrastó con la amargura de Uruguay, que se perderá el Mundial después de jugar una meritoria fase de grupos, en la que se coronó como campeón de su grupo y como máximo anotador con 12 puntos.
“Hemos pagado muy caros los primeros tiempos de los partidos que jugamos en el hexagonal contra Ecuador y Brasil, porque entrábamos dormidos. La clasificación no la perdimos hoy ante Paraguay, creo que ya la habíamos perdido antes”, declaró Nicolás Rodríguez, defensor de la selección uruguaya.
La eliminación de Uruguay, que consiguió ser subcampeón en el Mundial de la categoría en 2011, constituye una de las grandes decepciones del Sudamericano.