En 45 días, a 184 efectivos policiales se le abrieron sumarios administrativos, debido a su participación en algún caso de corrupción o por infringir con las reglas del comando institucional, por lo que el ministro del Interior, Carmelo Caballero, alega que su administración no va apañar los hechos de corrupción y van a combatir contra las roscas mafiosas para transparentar la institución policial.
“Dentro del eje de la transparencia desde el Ministerio del Interior y la Policía Nacional no vamos a tolerar a efectivos policiales que están manchando la institución con hechos delictivos”, afirmó Caballero.
Esto con respecto a los recientes casos ocurridos en la localidad de Isla Valle, Areguá, donde dos hermanos fueron ultimados en un hecho en manos de dos efectivos policiales y por la detención de cinco policías por el millonario asalto a la empresa de seguridad Guardián SA.
MAFIAS. “Siempre se habló de roscas mafiosas en la Policía Nacional y muchas veces superan distintas administraciones”, puntualizó el ministro Carmelo Caballero, ayer, durante la conferencia de prensa en el Departamento de Investigación de Delitos de la Policía por el caso Guardián SA.
“Lastimosamente existen dentro de las filas policiales muchas personas corruptas; inclusive, existen personas que usan el uniforme para actuar directamente como criminales”, alertó Caballero.
“Nadie va apañar a nadie, desde el Ministerio del Interior y del comando institucional no existe ningún compromiso con este grupo de criminales y con mafiosos instalados desde hace mucho tiempo en filas de la Policía y que son de público conocimiento”, dijo.
Esto con respecto a la falta de credibilidad por parte de la sociedad a la Policía, ya que “muchas veces se menciona que en la comisaría de los barrios los mismos policías están involucrados con los delincuentes”, mencionó.
LA CAUSA. Para el secretario de Estado, la causa de que los efectivos policiales estén involucrados en casos de corrupción “se encuentra a partir desde la misma formación, ya que varios ingresados en las distintas filiales de academias de la Policía del interior del país ingresan como a una fuente de trabajo, sin tener vocación alguna”, resaltó.
A esto se suma “la falta de controles y monitoreos sobre esa tarea (la de la formación a los futuros efectivos policiales) que luego, lógicamente, estas personas andan con armas en las calles. Finalmente, representan hoy, más que una seguridad y una garantía, un riesgo permanente”, manifestó.
“Para contrarrestar esto, debemos apoyar a policías con vocación para luchar y denunciar a los que están ligados a la corrupción”, finalizó.